Seguro que muchas veces os habéis preguntado para qué sirve el tónico facial y si es necesario usarlo diariamente en nuestra rutina para la piel.
Muchas mujeres lo usan como parte de la limpieza, para asegurar que no queden restos de maquillaje ni de suciedad en el rostro. Otras lo usan como parte de un tratamiento específico para el acné, la piel grasa... Pero la mayoría de las mujeres deciden no utilizarlo porque lo consideran innecesario o creen que irrita demasiado la piel (si habéis leído la etiqueta de algún tónico, habréis podido comprobar que entre sus ingredientes se encuentra el alcohol, como uno de los ingredientes principales).
Pues bien, os vais ha sorprender cuando os cuente que el tónico es uno de los secretos más valiosos de las japonesas. Yo cada día alucino más con la espectacular piel que tienen la mayoría de ellas y he estado investigando sobre sus técnicas de cuidado de la piel.
¡Y aquí os traigo la primera!
Las japonesas lo utilizan fundamentalmente como loción equilibrante, para mantener el cutis hidratado, tonificado y para que el tratamiento específico posterior penetre mejor, entre otras muchas cosas. Por eso, sus tónicos nunca llevan ingredientes que puedan irritar la piel, como es el caso del alcohol. La forma adecuada de utilizarlo es después de la limpieza facial y antes de la crema o el tratamiento que se esté utilizando.
¿Qué tónicos del mercado recomiendo?
Sin duda, las aguas termales me parecen un producto buenísimo para usar de esta forma. Se pueden encontrar de distintas marcas y precios y los usos son múltiples.
Calman rojeces, irritaciones cutáneas, quemaduras solares, refrescan, alivian después del afeitado o de la depilación, completan la limpieza facial y ayudan a retirar el maquillaje, ayudan también a retrasar el envejecimiento de la piel...
Haz tu propio tónico facial
Una forma muy sencilla y económica de conseguir tu loción equilibrante, apta para todo de pieles (desde secas y sensibles, hasta grasas con imperfecciones) es echar agua mineral en un recipiente y calentarlo. Acto seguido, añade un par de sobres de infusión de manzanilla y uno de té verde. Cuando pase un rato y el agua haya cogido los beneficios de ambos ingredientes, mételo en una botella que esté limpia y llévalo al frigorífico. ¡Y listo!
Este tónico es calmante, antiinflamatorio y antioxidante y se recomienda usar día y noche. Los resultados son espectaculares, la piel queda confortable, hidratada y luminosa. Os recomiendo que lo hagáis.
Truco: si tienes la piel muy grasa y con muchas imperfecciones, puedes añadir a la mezcla el zumo de medio limón, que tiene propiedades antisépticas y blanqueantes. Pero ¡ojo! utilízalo sólo por la noche evitando la zona del contorno de ojos y aplica un protector solar al día siguiente para evitar que el limón reaccione con el sol y manche tu piel.
Personalmente, no me gusta añadir limón a la mezcla porque tengo la piel algo sensible y me pica. Además, la mayoría de las veces que lo hago no tengo té verde en casa y utilizo sólo manzanilla. Los resultados siguen siendo muy buenos.
Y esto ha sido todo por hoy, espero que os haya gustado la entrada y que pongáis en práctica estos pequeños consejillos. Y vosotras, ¿utilizáis habitualmente el tónico como parte de vuestra rutina diaria?¿qué os parece que la mayoría de los que comercializan en nuestro país contengan tanto alcohol?
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